Prefiero
que compartas conmigo unos pocos minutos
ahora
que estoy vivo y no
una
noche entera cuando muera.
Prefiero
que estreches suavemente mi mano
ahora
que estoy vivo, y no que apoyes tu cuerpo
sobre
mi cuando muera.
Prefiero
que hagas una sola llamada
Ahora
que estoy vivo y no que emprendas
un
inesperado viaje cuando muera.
Prefiero
que me regales una sola flor
ahora
que estoy vivo y no me envíes
un
hermoso ramo cuando muera.
Prefiero
que elevemos al cielo una oración
ahora
que estoy vivo y no una misa cantada
cuando
muera.
Prefiero
que me digas unas palabras de aliento
ahora
que estoy vivo y no
un
desgarrador poema cuando muera.
Prefiero
escuchar un solo acorde de guitarra
ahora
que estoy vivo, y no
una
conmovedora serenata cuando muera.
Prefiero
disfrutar de los más mínimos detalles
ahora
que estoy vivo y no
de
grandes manifestaciones cuando muera.
Aprende
a gozar, el dar en vez del recibir,
así
nunca desesperaras, en el esperar.
Si das
lo que tienes en tu corazón,
nunca
lo tendrás cargado esperando
la
oportunidad para darlo,
porque
por norma las oportunidades
nunca
las ves, en ocasiones
las
alcanzas a ver sólo cuando ya pasaron.
Aprovechemos
a nuestros seres queridos,
ahora
que están entre nosotros.
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