lunes, 30 de septiembre de 2013
viernes, 27 de septiembre de 2013
PENSAMIENTO DE GANDHI
Ayúdame
a decir la verdad delante de los fuertes y a no decir mentiras para ganarme el
aplauso de los débiles.
Si
me das fortuna, no me quites la razón
Si
me das éxito, no me quites la humildad.
Si
me das humildad, no me quites la dignidad
Ayúdame
siempre a ver la otra cara de la medalla, no me dejes inculpar de traición a
los demás por no pensar igual que yo.
Enséñame
a querer a la gente como a mí mismo y a no juzgarme como a los demás. No me dejes
caer en el orgullo si triunfo, ni en la desesperación si fracaso.
Más
bien recuérdeme que el fracaso es la experiencia que precede al triunfo.
Enséñame
que perdonar es un signo de grandeza y que la venganza es una señal de bajeza.
Si
me quitas el éxito, déjame fuerzas para aprender del fracaso, si yo ofendiera a
la gente, dame valor para disculparme y si la gente me ofende, dame valor para
perdonar.
¡Señor.....si
yo me olvido de ti, nunca te olvides de mí !
Mahatma
Gandhi
miércoles, 25 de septiembre de 2013
LA LIEBRE Y LA TORTUGA
¿Recuerdas
la fábula?
Una
tortuga y una liebre siempre discutían sobre quién era más rápida. Para dirimir
el argumento, decidieron correr una carrera. Eligieron una ruta y comenzaron la
competencia. La liebre arrancó a toda velocidad y corrió enérgicamente durante
algún tiempo. Luego, al ver que llevaba mucha ventaja, decidió sentarse bajo un
árbol para descansar un rato, recuperar fuerzas y luego continuar su marcha.
Pero pronto se durmió. La tortuga, que andaba con paso lento, la alcanzó, la
superó y terminó primera, declarándose vencedora indiscutible.
Moraleja: Los lentos
y estables ganan la carrera.
Pero
la historia no termina aquí: La liebre, decepcionada tras haber perdido, hizo
un examen de conciencia y reconoció sus errores. Descubrió que había perdido la
carrera por ser presumida y descuidada. Si no hubiera dado tantas cosas por supuestas,
nunca la hubiesen vencido. Entonces, desafió a la tortuga a una nueva
competencia. Esta vez, la liebre corrió de principio a fin y su triunfo fue
evidente.
Moraleja: Los rápidos
y tenaces vencen a los lentos y estables.
Pero
la historia tampoco termina aquí: Tras ser derrotada, la tortuga reflexionó
detenidamente y llegó a la conclusión de que no había forma de ganarle a la
liebre en velocidad. Como estaba planteada la carrera, ella siempre perdería.
Por eso, desafió nuevamente a la liebre, pero propuso correr sobre una ruta
ligeramente diferente. La liebre aceptó y corrió a toda velocidad, hasta que se
encontró en su camino con un ancho río. Mientras la liebre, que no sabía nadar,
se preguntaba "¿qué hago ahora?", la tortuga nadó hasta la otra
orilla, continuó a su paso y terminó en primer lugar.
Moraleja: Quienes
identifican su ventaja competitiva (saber nadar) y cambian el entorno para
aprovecharla, llegan primeros.
Pero
la historia tampoco termina aquí: El tiempo pasó y tanto compartieron la liebre
y la tortuga, que terminaron haciéndose buenas amigas. Ambas reconocieron que
eran buenas competidoras y decidieron repetir la última carrera, pero esta vez
corriendo en equipo. En la primera parte, la liebre cargó a la tortuga hasta
llegar al río. Allí, la tortuga atravesó el río con la liebre sobre su
caparazón y, sobre la orilla de enfrente la liebre cargó nuevamente a la
tortuga hasta la meta. Como alcanzaron la línea de llegada en un tiempo récord,
sintieron una mayor satisfacción que aquella que habían experimentado en sus
logros individuales.
Moraleja: Es bueno
ser individualmente brillante y tener fuertes capacidades personales.
Pero,
a menos que seamos capaces de trabajar con otras personas y potenciar
recíprocamente las habilidades de cada uno, no seremos completamente efectivos.
Siempre
existirán situaciones para las cuales no estamos preparados y que otras
personas pueden enfrentar mejor.
La
liebre y la tortuga también aprendieron otra lección vital:
Cuando
dejamos de competir contra un rival y comenzamos a competir contra una
situación, complementamos capacidades, compensamos defectos, potenciamos
nuestros recursos...y obtenemos mejores resultados!
"Para ser
exitoso no tienes que hacer cosas extraordinarias. Haz cosas ordinarias, extraordinariamente bien."
martes, 24 de septiembre de 2013
VIVIR MI VIDA
Voy a reír, voy a bailar
Vivir mi vida lalalalá
Voy a reír, voy a gozar
Vivir mi vida lalalalá
Voy a reír (eeso!), voy
a bailar
Vivir mi vida lalalalá
Voy a reír, voy a gozar
Vivir mi vida lalalalá
A veces llega la lluvia
Para limpiar las heridas
A veces solo una gota
Puede vencer la sequía
Y para qué llorar, pa'
qué
Si duele una pena, se
olvida
Y para qué sufrir, pa'
qué
Si así es la vida, hay
que vivirla
Lalalé
Voy a reír, voy a bailar
Vivir mi vida lalalalá
Voy a reír, voy a gozar
Vivir mi vida lalalalá
Eeeso!
Voy ha vivir el momento
Para entender el destino
Voy a escuchar en
silencio
Para encontrar el camino
Y para qué llorar, pa'
qué
Si duele una pena, se
olvida
Y para qué sufrír, pa'
qué
Si duele una pena, se
olvida
Lalalé
Voy a reír, voy a bailar
Vivir mi vida lalalalá
Voy a reír, voy a gozar
Vivir mi vida lalalalá
Mi gente!
Toooma!
Voy a reír, voy a bailar
Pa' qué llorar, pa' que
sufrir
Empieza a soñar, a reír
Voy a reír (ohoo!), voy
a bailar
Siente y baila y goza
Que la vida es una sola
Voy a reír, voy a bailar
Vive, sigue
Siempre pa'lante
No mires pa'trás
Eeeso!
Mi gente
La vida es una haha
Voy a reír, voy a bailar
Vivir mi vida lalalalá
Voy a reír, voy a gozar
Vivir mi vida lalalalá
lunes, 23 de septiembre de 2013
DISCURSO STEVE JOBS EN LA UNIVERSIDAD DE STANFORD
Tengo
el honor de estar hoy aquí presente en la ceremonia de graduación de una de las
más prestigiosas universidades en el mundo. A decir verdad, esto es lo más
cerca que estuve jamás de una graduación universitaria. Hoy deseo contarles
tres relatos acerca de mi vida. Eso es todo. Nada del otro mundo. Simplemente
tres relatos.
El
primer relato es acerca de unir los distintos puntos.
Abandoné
los estudios en Reed College después de los primeros 6 meses, pero luego
permanecí como oyente por otros 18 meses aproximadamente antes de dejarlos
completamente. Así que, ¿por qué abandoné?
Todo
comenzó antes de que yo naciera. Mi madre biológica era una joven soltera,
graduada universitaria, que decidió colocarme en adopción. Creía enérgicamente
que debía ser adoptado por universitarios graduados, de modo tal que todo se
organizó para que fuese adoptado al nacer por un abogado y su esposa. Excepto
que cuando emergí ellos decidieron a último momento que deseaban una niña. Así
que mis padres, que estaban en una lista de espera, recibieron una llamada en
el medio de la noche que decía: “Tenemos un varoncito inesperado, ¿lo quieren?”
Dijeron: “Por supuesto.” Mi madre biológica averiguó más tarde que mi madre
adoptiva nunca se había graduado de la universidad y que mi padre nunca había
terminado el colegio secundario. Se rehusó a firmar los papeles definitivos de
adopción. Solo se avino a hacerlo unos meses después, cuando mis padres le
prometieron que algún día yo iría a la universidad.
Y 17
años más tarde fui a la universidad. Pero ingenuamente elegí una universidad
que era casi tan cara como Stanford, y todos los ahorros de mis padres de clase
trabajadora se estaban destinando a mis aranceles universitarios. Luego de seis
meses, no le encontraba sentido a esto. No tenía idea de lo que quería hacer
con mi vida y tampoco de qué manera la universidad me ayudaría a resolverlo. Y
aquí me encontraba desperdiciando todo el dinero que mis padres habían ahorrado
durante toda su vida. Así que decidí abandonar los estudios y confiar que todo
se arreglaría eventualmente. Era una decisión bastante temerosa en ese momento,
pero a la distancia fue una de las mejores decisiones que pude haber tomado. En
el momento en que abandonara la universidad podía dejar de asistir a las clases
que no me interesaban, y sí participar como oyente de aquellas que parecían
interesantes.
No
todo fue romántico. No tenía un dormitorio, así que dormía en el piso en las
habitaciones de amigos, devolvía las botellas de gaseosa para obtener los 5
centavos de depósito para comprar comida, y caminaba las 7 millas a través de
la ciudad cada domingo por la noche para recibir una buena comida una vez por
semana en el templo Hare Krishna. Me encantaba. Y mucho con lo que tropecé más
adelante como consecuencia de hacerle caso a mi curiosidad e intuición resultó
no tener precio después.
Déjenme
darles un ejemplo: Reed College en ese momento ofrecía quizás el mejor
aprendizaje de caligrafía del país. En toda la ciudad universitaria cada
cartel, cada etiqueta en cada cajón, era caligrafiado a mano de una manera
bellísima. Dado que había abandonado los estudios y no tenía que asistir a las
clases normales, decidí tomar un curso de caligrafía para aprender cómo se hace
eso. Aprendí acerca de los tipos de letra con trazos de pie, cómo variar la
cantidad de espacio entre diferentes combinaciones de letras, todo aquello que
hace que la admirable tipografía sea grandiosa. Era hermoso, histórico,
artísticamente sutil de un modo que la ciencia no puede captar, y yo lo
consideraba fascinante.
Nada
de esto albergaba siquiera la mínima esperanza de alguna aplicación práctica en
mi vida. Pero diez años más tarde, cuando estábamos diseñando la primera
computadora Macintosh, todo volvió a mi mente. Y lo volcamos todo en la Mac.
Era la primera computadora con bellísima tipografía. De no haber asistido a ese
único curso universitario, la Mac no hubiera tenido nunca tipos de letras
múltiples o fuentes espaciadas proporcionalmente. Y dado que Windows
simplemente copió a Mac, es posible que ninguna computadora personal las
hubiera tenido. De haber proseguido mis estudios universitarios, no hubiera
asistido a ese curso de caligrafía, y las computadoras personales no tendrían
la maravillosa tipografía que tienen.
Por
supuesto que era imposible haber unido los diferentes puntos mirando hacia el
futuro cuando estaba en la universidad. Pero fue muy, muy claro al mirar para
atrás diez años más tarde.
Nuevamente,
no se pueden unir los distintos puntos mirando para adelante; se pueden unir
únicamente mirando hacia atrás. Así que deben confiar que de alguna manera los
puntos se unirán en el futuro. Deben confiar en algo sus agallas, el destino,
la vida, el karma, lo que sea. Este enfoque no me ha traicionado nunca, e hizo
toda la diferencia en mi vida.
...
Mi
segundo relato es acerca del amor y la pérdida.
Yo
tuve suerte – descubrí lo que realmente quería hacer temprano en mi vida. Woz y
yo comenzamos con Apple en el garaje de mis padres cuando tenía 20 años.
Trabajamos duro, y en 10 años Apple creció de ser una empresa compuesta por
nosotros dos en un garaje a una empresa de $2 mil millones con más de 4000
empleados. Habíamos lanzado nuestra creación más refinada – Macintosh – un año
antes, y yo acababa de cumplir 30. Y después me despidieron. ¿Cómo se puede ser
despedido de la empresa que uno inició?
Pues,
a medida que Apple crecía contratamos a alguien que yo pensaba que era
sumamente talentoso para dirigir la empresa conmigo, y durante el primer año o
más las cosas anduvieron bien. Pero luego nuestras visiones acerca del futuro
comenzaron a diferir y eventualmente tuvimos una disputa.
Al
tenerla, nuestro Directorio lo apoyó a él. Así que a los 30 estuve afuera. Y
bien afuera. Aquello en lo que me había concentrado durante toda mi vida adulta
había desaparecido, y fue devastador.
Realmente
no supe qué hacer durante unos pocos meses. Sentía que había decepcionado a la
anterior generación de emprendedores – que había soltado la batuta mientras que
me la estaban pasando. Me reuní con David Packard y Bob Noyce y traté de
disculparme por haber echado a perder las cosas de tal manera. Yo representaba
un fracaso público muy importante, y hasta pensé en retirarme del valle.
Pero
poco a poco empecé a darme cuenta que todavía amaba lo que estaba haciendo. El
curso de los acontecimientos en Apple no había cambiado eso para nada. Había
sido rechazado, pero aún amaba lo mío. Así que decidí empezar de nuevo.
No
me dí cuenta entonces, pero resultó que el hecho de haber sido despedido de
Apple fue lo mejor que me pudo haber pasado. El peso del éxito fue reemplazado
por la facilidad de convertirme en un principiante una vez más, con menor
certidumbre acerca de todo. Me dio rienda suelta para ingresar en uno de los
períodos más creativos de mi vida.
Durante
los próximos cinco años, inicié una empresa llamada NeXT, otra empresa llamada
Pixar y, me enamoré de una maravillosa mujer que se convertiría en mi esposa. Pixar
llegó a crear el primer largometraje animado por computadora en el mundo, Toy
Story, y en la actualidad es el estudio de animación más exitoso a nivel
mundial. En un giro destacado de acontecimientos, Apple adquirió NeXT, volví a
Apple, y la tecnología que desarrollamos en NeXT está en lo más recóndito del
renacimiento actual de Apple. Y tenemos, Laurene y yo, una maravillosa familia
juntos. Estoy seguro de que nada de esto hubiera pasado de no haber sido
despedido de Apple. Fue un trago amargo, pero creo que el paciente lo
necesitaba.
A
veces la vida golpea en la cabeza con un ladrillo. No pierdan la fe. Estoy
convencido de que lo único que me mantenía en curso era que amaba lo que hacía.
Deben encontrar lo que realmente les apasiona. Y esto es tan cierto respecto
del trabajo como lo es respecto del amor. El trabajo les llenará una parte
importante de sus vidas, y la única manera de sentirse realmente satisfecho es
realizar lo que consideran un gran trabajo. Y el único modo de realizar un gran
trabajo es amar lo que uno hace. Si no lo han encontrado aún, sigan buscando.
No se conformen. Así como sucede con todos los asuntos del corazón, sabrán
cuando lo hayan encontrado. Y, así como sucede en cualquier gran relación,
mejora más y más a medida que transcurren los años. Así que sigan buscando
hasta que lo encuentren. No se conformen.
...
Mi
tercer relato es acerca de la muerte.
Cuando
tenía 17, leí una cita que decía más o menos lo siguiente: “Si vives cada día
como si fuera el último, algún día seguramente tendrás razón.” Me impresionó, y
desde entonces, por los últimos 33 años, he mirado en el espejo cada mañana y
me he preguntado: “¿Si hoy fuese el último día de mi vida, querría hacer lo que
estoy por hacer hoy?” Y cada vez que la respuesta ha sido “No” durante
demasiados días seguidos, sé que debo cambiar algo.
El
recordar que estaré muerto pronto es la herramienta más importante que he
encontrado para ayudarme a tomar las grandes decisiones en la vida. Porque casi
todo – todas las expectativas externas, todo el orgullo, todo temor a la
vergüenza o al fracaso – todas estas cosas simplemente desaparecen al enfrentar
la muerte, dejando sólo lo que es verdaderamente importante. Recordar que uno
va a morir es la mejor manera que conozco para evitar la trampa de pensar que
hay algo por perder. Ya se está indefenso. No hay razón alguna para no seguir
los consejos del corazón.
Me
diagnosticaron un cáncer hace un año aproximadamente. Me practicaron una
tomografía computada a las 7:30 de la mañana, y claramente mostraba un tumor en
mi páncreas. Yo ni sabía lo que era el páncreas. Los médicos me dijeron que
éste era seguramente un tipo de cáncer incurable, y que no llegaría a vivir más
de tres a seis meses. Mi médico me aconsejó ir a casa y arreglar mis asuntos,
que es el código médico para prepararse para morir.
Quiere
decir que hay que tratar de explicarles a los hijos todo aquello que pensaba
que iba a tener diez años para contarles, en pocos meses. Significa asegurarse
de tener todo puntualmente arreglado de modo que sea lo más fácil posible para
la familia. Significa empezar a decir adiós.
Pasé
el día entero con ese diagnóstico. Luego por la tarde me realizaron una
biopsia, en la que introdujeron un endoscopio por la garganta, a través del
estómago y hasta los intestinos, pusieron una aguja en mi páncreas y retiraron
algunas pocas células del tumor. Estaba sedado, pero mi esposa, que estaba
allí, me dijo que cuando vieron las células bajo el microscopio los médicos
comenzaron a gritar porque resultó que era una forma muy rara de cáncer pancreático
que se cura mediante cirugía. Me realizaron la cirugía y estoy bien ahora.
Fue
lo más cerca que me encontré de la muerte, y espero que sea lo más cerca que me
encuentre por varias décadas. Habiendo pasado esto, les puedo decir lo
siguiente con un poco más de seguridad que cuando la muerte era un concepto
útil pero puramente intelectual: Nadie quiere morir. Aún la gente que quiere ir
al cielo no quiere morir para llegar allí. Y sin embargo la muerte es el
destino que todos compartimos. Nadie ha logrado escapar. Y así es como debiera
ser, porque la muerte es muy probablemente la única mejor invención de la vida.
Es el agente de cambio de la Vida. Retira del camino lo viejo para dar paso a
lo nuevo. En este momento lo nuevo son ustedes, pero algún día no demasiado
lejano, gradualmente se convertirán en lo viejo y se los sacará del camino.
Lamento ser tan dramático, pero es realmente cierto.
Su
tiempo es limitado, así que no lo malgasten viviendo la vida de otro. No se
dejen atrapar por el dogma – que implica vivir con los resultados de las
creencias de otros. No permitan que el ruido de otras opiniones ahogue vuestra
voz interior. Y lo que es más importante, tengan el coraje de seguir a sus
corazones e intuición. De algún modo ellos ya saben lo que ustedes realmente
quieren llegar a ser. Todo lo demás es secundario.
Cuando
era joven, existía una publicación maravillosa llamada The Whole Earth Catalog,
que era una de las biblias de mi generación. La había creado un sujeto llamado
Steward Brand no demasiado lejos de aquí en Menlo Park, y le transmitió su
toque poético. Esto sucedía en los últimos años de la década de 1960, con
anterioridad a la publicación mediante computadoras personales y de escritorio,
así que todo se llevaba a cabo con máquinas de escribir, tijeras, y cámaras Polaroid. Era una clase de Google en edición rústica, 35 años antes de la
aparición de Google: era idealista, y desbordante de herramientas prolijas e
ideas importantes. Stewart y su equipo publicaron varias ediciones de The Whole
Earth Catalog, y luego cuando había cumplido su ciclo, publicaron una edición
final.
Esto
sucedía a mediados de la década de 1970, y yo tenía la edad de ustedes. En la
tapa de la edición final había una fotografía de un camino rural a primeras
horas de la mañana, del tipo de ruta que ustedes caminarían si fueran tan
aventureros. Debajo de la foto aparecían las siguientes palabras: “Si no se
tiene avidez por el conocimiento, no se conocerá el éxito”. Era su mensaje de
despedida al anunciar el fin de la publicación.
Si
no se tiene avidez por el conocimiento, no se conocerá el éxito. Y siempre he
deseado eso para mí. Y ahora, que ustedes se gradúan para empezar de cero,
deseo eso para ustedes
.
Si
no se tiene avidez por el conocimiento, no se conocerá el éxito.
viernes, 20 de septiembre de 2013
EL TREN DE LA VIDA
La
vida no es más que un viaje por tren. Repleto de embarques y desembarques;
salpicado de accidentes, sorpresas agradables en algunos embarques y profundas
tristezas en otros.
Al
nacer nos subimos al tren y nos encontramos con algunas personas que creemos
estarán siempre con nosotros en este viaje: nuestros padres.
Lamentablemente,
la verdad es otra. Ellos se bajarán del tren en alguna estación dejándonos
huérfanos de su cariño, amistad y de su compañía irremplazable.
No
obstante, eso no impide que se suban otras personas que serán muy especiales
para nosotros.
Llegan
nuestros hermanos, amigos y esos amores maravillosos.
Unos
encontrarán en el tren un simple paseo; otros hallarán solo tristeza y otros
estarán siempre listos para ayudar a quien lo necesite.
Muchos
al bajar dejan una añoranza permanente. Otros pasan tan desapercibidos que ni
siquiera nos damos cuenta de que desocuparon el asiento.
Es
curioso constatar que algunos pasajeros, quienes nos son más queridos, se
acomodan en vagones distintos al nuestro. Se nos obliga a hacer el trayecto
separados de ellos. No se nos impide que durante el viaje, recorramos con
dificultad nuestro vagón y lleguemos a ellos.
Pero
lamentablemente ya no podremos sentarnos a su lado, pues habrá otra persona
ocupando el asiento.
No
importa, el viaje se hace de este modo: lleno de desafíos, sueños; fantasías;
esperas y despedidas.. pero jamás de regresos. Entonces... hagamos este viaje
de la mejor manera posible.
miércoles, 18 de septiembre de 2013
SABÍAS...
Sabías...
1. Que siempre existen tres enfoques en cada historia: mi verdad, tu verdad y la verdad
2. Que toma mucho tiempo llegar a ser la persona que deseas ser.
3. Que es más fácil reaccionar que pensar.
4. Que podemos hacer mucho más cosas de las que creemos poder hacer.
5. Que no importan nuestras circunstancias, lo importante es cómo interpretamos nuestras circunstancias.
6. Que no podemos forzar a una persona a amarnos, únicamente podemos ser alguien que ama. El resto depende de los demás.
7. Que requiere años desarrollar la confianza y un segundo destruirla.
8. Que dos personas pueden observar la misma cosa, y ver algo totalmente diferente.
9. Que las personas honestas tienen más éxito al paso del tiempo.
10. Que podemos escribir o hablar de nuestros sentimientos, para aliviar mucho dolor.
11. Que no importa qué tan lejos he estado de DIOS, siempre me vuelve a recibir.
12. Que todos somos responsables de nuestros actos.
13. Que existen personas que me quieren mucho, pero no saben expresarlo.
14. Que puedo hacer todo o nada con mi mejor amigo y siempre gozar el momento.
15. Que a veces las personas que menos esperamos, son las primeras en apoyarte en los momentos más difíciles.
16. Que la madurez tiene que ver más con la experiencia que hemos vivido, y no tanto con los años que hemos cumplido.
17. Que hay dos días de cada semana por los que no debemos de preocuparnos: ayer y mañana. El único momento valioso es ahora.
18. Que aunque quiera mucho a la gente, algunas personas no me devolverán ese amor.
19. Que no debemos competir contra lo mejor de otros, sino competir con lo mejor de mí.
20. Que puedo hacer algo por impulso y arrepentirme el resto de mi vida.
21. Que la pasión de un sentimiento desaparece rápidamente.
22. Que si no controlo mi actitud, mi actitud me controlara a mí.
23. Que nunca debo decirle a un niño que sus sueños son ridículos, que tal si me cree?
24. Que es más importante que me perdone a mí mismo a que otros me perdonen.
25. Que no importa si mi corazón está herido, el mundo sigue girando.
26. Que la violencia atrae más violencia.
27. Que decir una verdad a medias es peor que una mentira.
28. Que es difícil ser positivo cuando estoy cansado.
29. Que es mucho mejor expresar mis sentimientos, que guardarlos dentro de mí.
Para ser exitosos no tenemos que hacer cosas extraordinarias.
lunes, 16 de septiembre de 2013
EL CABALLO EN EL POZO
Un
campesino, que luchaba con muchas dificultades, poseía algunos caballos para
que lo ayudasen en los trabajos de su pequeña hacienda. Un día, su capataz le
trajo la noticia de que uno de los caballos había caído en un viejo pozo
abandonado. El pozo era muy profundo y sería extremadamente difícil sacar el
caballo de allí. El campesino fue rápidamente hasta el lugar del accidente, y
evaluó la situación, asegurándose que el animal no se había lastimado. Pero,
por la dificultad y el alto precio para sacarlo del fondo del pozo, creyó que
no valía la pena invertir en la operación de rescate. Tomó entonces la difícil
decisión de decirle al capataz que sacrificase el animal tirando tierra en el
pozo hasta enterrarlo, allí mismo.
Y
así se hizo. Comenzaron a lanzar tierra dentro del pozo de forma de cubrir al
caballo. Pero, a medida que la tierra caía en el animal este la sacudía y se
iba acumulando en el fondo, posibilitando al caballo para ir subiendo. Los
hombres se dieron cuenta que el caballo no se dejaba enterrar, sino al
contrario, estaba subiendo hasta que finalmente consiguió salir.
Si
estás "allá abajo", sintiéndote poco valorado, y otros lanzan tierra
sobre ti, recuerda el caballo de esta historia: Sacude
la tierra y sube sobre ella.
viernes, 13 de septiembre de 2013
DAR VIDA
La
vida es tan grande y tan pequeña a la vez, que si tú quisieras de ella harías
un mundo de ilusiones, que con el tiempo alcanzaría grandes propósitos
impuestos por ti mismo.
Es
tan pequeña cuando no hay interés, ni cuidados, ni amor por ella misma.
Un
descuido lamentable y todo acaba, dejando apagar esa flama que fue ardiente por
solo una desilusión; siendo que se tenían tantas ilusiones.
Como
aquel grano que un día comenzó a germinar, que fue cuidado con amor, deseos de
prosperidad y que creció, dio alegría, sombra, refugio, fruto, semilla y
esperanza de un andar, un seguir, un continuar, así la vida sigue si se lo
permitimos.
Hay
cosas inexplicables que nos suceden, pero todo tiene un fin y una explicación
lógica, solo debes utilizar un poco mas de tu misma vida y tu tiempo para
encontrarla y aprender de ella sin perder oportunidad.
Recuerda,
"Lo que cuesta, que valga".
Esta
vida no termina, eres luz y vida. Y esa vida crecerá según como hayas dejado
huella, así como eres ejemplo de vida debes darlo también no solo procreando.
Entrégate
dando lo mejor de ti, eres vital para que ella continúe.
No
desfallezcas, los grandes logros comenzaron muy pequeños, pero tuvieron aliento
de alguien con esperanza que no sosegó, que no dejó de tener fe y que anteponiéndose
aún a las adversidades han sido realizados.
Cuando
tropieces, cuando sientas desfallecer o cuando creas que todo a terminado;
voltea un poco hacia atrás, voltea a tu alrededor y recuerda todos tus
proyectos.
Ve
el ejemplo de vida en los demás seres, fíjate en todo, pero principalmente en
lo positivo y agradece a Dios un minuto más de vida, agradece esa oportunidad
mas y el criterio que te ha formado para ver las cosas de la mejor manera.
Siente
tu vida y da vida!!.
jueves, 12 de septiembre de 2013
DÍ LO QUE SIENTES
Siempre
dí lo que sientes y haz lo que piensas...
- Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma.
- Si supiera que esta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más.
- Si supiera que esta fuera la última vez que voy a oír tu voz, grabaría cada una de tus palabras para poder oírlas una y otra vez indefinidamente.
- Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo diría te quiero y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.
Siempre
hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero
por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuánto
te quiero y que nunca te olvidaré.
El
mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo.
Hoy
puede ser la última vez que veas a los que amas.
Por
eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega, seguramente
lamentarás el día que no tomaste tiempo para un sonrisa, un abrazo, un beso, y
que estuviste muy ocupado para concederle a alguien un último deseo.
Mantén
a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos
y trátalos bien, toma tiempo para decirles "lo siento",
"perdóname", "por favor", "gracias" y todas las
palabras de amor que conoces.
Nadie
te recordará por tus pensamientos secretos.
Pide
al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos.
miércoles, 11 de septiembre de 2013
lunes, 9 de septiembre de 2013
MI HIJO ESTA CONMIGO
Era
un hombre que tenía un hijo al que amaba profundamente. Por algún motivo se vio
obligado a viajar y tuvo que dejar a su hijo en casa. El niño tenía ocho años y
su padre sólo vivía para él. Habiéndose enterado de la partida del dueño de la
casa, unos bandoleros aprovecharon su ausencia para entrar en ella y robar todo
lo que contenía. Descubrieron al jovencito y se lo llevaron con ellos, no sin
antes incendiar la casa.
Pasaron
unos días. El hombre regresó a su hogar y se encontró con la casa derruida por
el incendio.
Alarmado,
buscó entre los restos calcinados y halló unos huesecillos, que dedujo eran los
del cuerpo abrasado de su amado hijo. Con ternura infinita, los introdujo en un
saquito que se colgó al cuello, junto al pecho, convencido de que aquéllos eran
los restos de su hijo. Unos días más tarde, el niño logró escapar de los
perversos bandoleros y, tras poder averiguar dónde estaba la nueva casa de su
padre, corrió hasta ella e insistentemente llamó a la puerta.
--¿Quién es? -preguntó el padre.
--Soy tu hijo -contestó el niño.
--No, no puedes ser mi hijo -repuso el
hombre, abrazándose al saquito que colgaba de su cuello-. Mi hijo ha muerto.
--No, padre, soy tu hijo. Conseguí escapar de
los bandoleros.
--Vete, ¿me oyes? Vete y no me molestes
-ordenó el hombre, sin abrir la puerta y aprisionando el saquito de huesos
contra su pecho. Mi hijo está conmigo.
--Padre, escúchame; soy yo.
--¡He dicho que te vayas! -replicó el
hombre-. Mi hijo murió y está conmigo. ¡Vete!
Y no dejaba de abrazar el saquito de huesos.
*El Maestro dice: El apego, ¿te deja ver?,
¿te deja oír?, ¿te deja comprender? El apego te aferra a lo irreal e ilusorio y
cierra tus oídos a lo Real y Trascendente.
viernes, 6 de septiembre de 2013
LO PREFIERO HOY Y NO MAÑANA
Prefiero
que compartas conmigo unos pocos minutos
ahora
que estoy vivo y no
una
noche entera cuando muera.
Prefiero
que estreches suavemente mi mano
ahora
que estoy vivo, y no que apoyes tu cuerpo
sobre
mi cuando muera.
Prefiero
que hagas una sola llamada
Ahora
que estoy vivo y no que emprendas
un
inesperado viaje cuando muera.
Prefiero
que me regales una sola flor
ahora
que estoy vivo y no me envíes
un
hermoso ramo cuando muera.
Prefiero
que elevemos al cielo una oración
ahora
que estoy vivo y no una misa cantada
cuando
muera.
Prefiero
que me digas unas palabras de aliento
ahora
que estoy vivo y no
un
desgarrador poema cuando muera.
Prefiero
escuchar un solo acorde de guitarra
ahora
que estoy vivo, y no
una
conmovedora serenata cuando muera.
Prefiero
disfrutar de los más mínimos detalles
ahora
que estoy vivo y no
de
grandes manifestaciones cuando muera.
Aprende
a gozar, el dar en vez del recibir,
así
nunca desesperaras, en el esperar.
Si das
lo que tienes en tu corazón,
nunca
lo tendrás cargado esperando
la
oportunidad para darlo,
porque
por norma las oportunidades
nunca
las ves, en ocasiones
las
alcanzas a ver sólo cuando ya pasaron.
Aprovechemos
a nuestros seres queridos,
ahora
que están entre nosotros.
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