viernes, 2 de agosto de 2013

PAZ INTERIOR



“La paz interior es aquella certeza, impalpable pero real, de bienestar emocional y espiritual. La paz interior es la tranquilidad profunda que nos llega cuando somos capaces de desconectarnos de la terrible batalla que mantenemos con nosotros mismos, esa batalla de los pensamientos inquietantes y perturbadores, que aunque sean inútiles no son menos amenazantes.

La paz interior es subjetiva pero muy cierta, es el sentimiento bien fundado y de unión que tenemos cuando nos liberamos de las preocupaciones, del sufrimiento, el dolor, el estrés, el miedo y entonces somos conscientes de las incontables maravillas que nos ofrece la vida.

La paz interior llega cuando nos apartamos mental, emocional y hasta físicamente de los dramas mundanos, de los conflictos, de todo aquello que creemos erróneamente que debemos decir, hacer o defender. La paz interior se convierte en una realidad cuando decidimos íntimamente trasladarnos de la tristeza y las preocupaciones a la tranquilidad y la dicha.

Si queremos llegar a esas realidades positivas, es necesario desbaratar algunos de los obstáculos personales que nos subyugan, como lo son el miedo al futuro y las lamentaciones sobre el pasado. Debemos abandonar los antiguos equipajes con sus monstruos adentro. El viaje completo a la paz interior empieza cuando evadimos los caminos de la envidia y del que dirán, los desvíos de la impaciencia y las calles sin salida de la terquedad y la ignorancia.

En este recorrido, la meditación y la oración en meditación son dos herramientas definitivas, ambas, formas excelentes de desarrollar la conciencia y el entendimiento en todas las áreas de la vida, y fundamentales para alcanzar la paz interior y para conservarla. Nos ayudan a trasladar nuestra atención al momento presente, a ejercer control sobre nuestra mente y nuestro espíritu, apartándonos de las ansiedades y de las actitudes defensivas que no nos permiten alcanzar un bienestar espiritual.

Qué tal si paramos la batalla, al menos unos minutos cada día, hasta que un día la batalla desaparezca por completo. Destinar un rato cada día a la actividad meditativa será el mejor de los remedios para todos los males del estrés y la ansiedad que enferman al hombre actual.

La reflexión y la meditación nos llevarán a una nueva perspectiva. Nos daremos cuenta de que nuestros conflictos interiores no son eternos, y entonces, aquella energía que alimentó antes nuestra desgastadora batalla interna puede ser utilizada ahora para vivir y obrar positivamente.

Los quehaceres apurados de la vida cotidiana y los conflictos que cargamos nos consumen. Nos sentimos cansados y nuestra energía se fragmenta, por ello es imprescindible encontrar una base firme para nuestro bienestar. La Paz Interior es esa base; porque la paz engendra energía y el aumento de energía física y espiritual es consecuencia de nuestro descubrimiento de esa calma interior, y en el empleo efectivo de esta fuerza tendremos menos probabilidades de derrochar recursos vitales en preocupaciones, lamentos, culpas, indecisiones y estupideces.

La paz interior es la energía que puede curarnos individualmente y curar al mundo, convertirnos en seres libres para ser felices y hacer felices a otros, especialmente a los que amamos”



Tarea nada fácil…. pero no imposible!!!!!!

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